miércoles, 25 de agosto de 2010

La Boca, Capital Federal, Provincia de Buenos Aires


Caminito es el paseo que todo turísta debe hacer cuando visita Buenos Aires. Ubicado en el historico barrio de La Boca, llamado así por un tango, fue cuna de grandes como el pintor Benito Quinquila Martín y cuna de grandes fútbolistas boquenses.

Quinquela Martín vivió en este barrio y donó terrenos para la creación de la escuela-museo Pedro de Mendoza, cuyas aulas decoró con temas del puerto. También creó el Teatro de la Ribera, cuyas paredes están igualmente cubiertas por su obra.


Al ser la zona mayor de entrada de barcos, a finales del siglo XIX, comenzó a ser habitado por inmigrantes italianos, principalmente geneveses, que le dieron su fisonomía actual. Los inmigrantes se agrupaban en Conventillos y pintaban sus casas con los sobrantes de pintura que traían los marineros, como la pintura no alcanzaba para pintar una casa de un mismo color, se utilizaron diversos colores para pintarlas. Aparentemente, en el origen del barrio los colores no fueron ni tan vivos ni tan llamativos como aparecen en la actualidad en la calle Caminito y su entorno.



Los conventillos eran construcciones de chapas con una gran cantidad de pequeñas habitaciones, donde se “acomodaba” cada familia, con una cocina y un baño compartido por todos los inquilinos que la habitaban. Siempre había un patio y balcones irregulares que fueron el ámbito donde se mezclaban y enriquecían las diferentes culturas en una interrelación que dio origen a una pintoresca versatilidad de personajes- como El bombero, la prostituta, el “cafishio”, el enano, el equilibrista o el borracho -, que son rescatados luego por el arte popular.


La Carboneria.
La Carboneria es el lugar en donde vivio Quinquina en La Boca.
A estas alturas, casi todos saben que Benito Quinquela Martín fue recogido de niño por un matrimonio de La Boca, que el esposo de esa pareja era carbonero, que se apellidaba Chinchella y que el lugar donde ejercía su trabajo era una carbonería. De la pronunciación castellana de Chinchella viene Quinquela, el nombre del niño abandonado en la puerta de la Casa de Expósitos que aquella familia adoptiva crió y que él mismo se agregó el Martín. No todos saben, en cambio, que La Carbonería actual, el espacio reciclado donde funcionan varias galerías, es aquella carbonería.



Puente Nicolas Avellaneda
La habilitación del puente Nicolás Avellaneda, inaugurado el 4 de marzo de 1944 contribuyó a aumentar las operaciones portuarias en la ribera sur del Riachuelo, de la que no había sido posible obtener todo el rendimiento por carecer de medios directos de comunicación con la capital. Sirvió además al tráfico carretero del Dock Sud, que también se hallaba privado de acceso directo con la ciudad, porque hasta que se construyó el puente Avellaneda pocos eran los existentes.
El Puente Avellaneda, más conocido por Puente Brown, que en su hora tanta influencia tuvo en el desarrollo económico de la isla Maciel, ha quedado prácticamente en desuso con la construcción del nuevo puente carretero de alto nivel.